Cómo enseñar a los niños a escuchar a los demás
Comunicar es saber escuchar. Algo que parece tan simple y en cambio se torna tan complicado. Y esto es aplicable tanto a niños como a adultos. Pero si conseguimos que nuestros niños/as aprendan a escuchar desde pequeños, les será mucho más fácil desarrollar esta habilidad de mayor.Escuchar a los demás requiere dos cosas: tiempo e interés. Y los niños son por naturaleza impacientes. Se distraen con facilidad. No es que no quieran escuchar a los demás. Es que si pierden el interés, dejarán de escuchar. Si no entienden lo que escuchan, dejarán de atender.
En clase hemos realizado la siguiente actividad, que vamos a intentar mantener durante todo el curso. Hemos preparado dos sillas: en una hay dibujada una boca y en otra una oreja. Cuando tenemos que resolver algún problema que ha surgido entre compañeros, los afectados deben salir y sentarse en estas sillas. Primero, el que está sentado en la boca puede hablar y exponer su postura. El compañero sentado en el oído debe escuchar, pero nunca hablar, respetando así a su compañero. Después cambiamos de lugar.
Es una forma atractiva y muy eficaz de enseñar a escuchar y a la vez resolver pequeños conflictos.
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